Esta semana fui a almorzar a un restaurante y del menú del mediodía me llamó la atención una sopa Kurban con carne de cerdo. Lo pedí y me gustó mucho. Inmediatamente traté de descubrir los ingredientes de la sopa y, naturalmente, decidí probarla yo mismo.
Como en mi zona y en la familia nunca hubo nada llamado kurban chorba, investigué un poco en Internet sobre la sopa en cuestión y encontré una receta similar a la que tenía. Hice algunos otros cambios a la receta, según la temporada y lo que pensé que enriquecería el caldo, y resultó ser esta vista deliciosa y maravillosa.
Productos:
600 g de paleta de cerdo
1 cebolla
1 zanahoria grande
50 g de apio (cabeza)
2 pimientos secos (se puede añadir 1 pimiento verde fresco en temporada de verano)
2 tomates o 1 cucharadita. tomates enlatados (250 ml)
1 cucharadita arroz
1/2 cucharadita pimiento rojo
1 cucharadita pimiento rojo picante
1 1/2 cucharada. harina
1 1/2 cucharada. aceite
1 cucharada completa. mantequilla de vaca
sal
pimienta negra
jengibre (agregué aproximadamente 1 cucharadita seca)
2 huevos
La carne se corta en 6-7 trozos grandes. Se vierten 3 litros de agua en una olla y se pone a hervir la carne, ligeramente salada. Se cortan cebollas, zanahorias, apio y pimientos secos. Después de que la carne se ablande, agréguele las verduras picadas.
Cuando la carne esté completamente cocida se retira. Se vierte el arroz lavado y los tomates (rallados si están frescos) en el caldo y se continúa la cocción.
La carne se corta en tiras y se devuelve a la sopa. Si es necesario, añade un poco más de agua caliente. La sopa debe quedar bastante espesa, pero ten en cuenta que agregar la harina y los huevos al final espesará aún más. Sazona con sal y la mitad del perejil.
Hervir hasta que el arroz esté completamente cocido.
En una sartén se calientan el aceite y la mantequilla. Se les añade la harina. Se mezcla y se deja al fuego hasta que cambie un poco de color. Agrega los pimientos rojos.
Retirar del fuego y verter en la sopa. Remueve, deja que hierva. Se condimenta con el ajo restante y la pimienta negra.
Batir los huevos con un alambre o un tenedor. Se vierten con cuidado en la sopa hirviendo a través de un colador o colador fino, con el objetivo de formar hilos. Si los huevos no pasan fácilmente por el colador, revuélvelos con una cuchara encima para que se vayan más rápido 🙂
La sopa se espolvorea con perejil fresco.